Saca provecho a las reuniones individuales

Liderazgo

Envía actualizaciones de estado semanales por correo, para que tus sesiones individuales puedan centrarse en temas más profundos.
Tu jefe necesita saber qué estás haciendo, envía una actualización semanal de la situación antes de las reuniones individuales. Esta forma de proceder tiene la ventaja adicional de recoger detalles importantes por escrito, lo que puede facilitar el seguimiento de las tareas y centrarse en los aspectos más significativos de las reuniones individuales, como los problemas que se plantean.

Propón puntos adicionales o diferentes
Incluso si tu jefe ha marcado históricamente la agenda de las reuniones 1 a 1, no hay nada malo en proponer algunos temas propios. Muchos líderes quieren que sus subordinados se apropien más de las reuniones individuales.

Siempre es aconsejable pedir opiniones con regularidad para poder corregir el rumbo. No obstante, asegúrate de avisar con suficiente antelación, ya que pedir una opinión a alguien de improviso suele dar lugar a una opinión de menor calidad.

Sé proactivo y directo en los temas difíciles.
Cuando compartes de forma constructiva lo que te resulta frustrante, lo que necesitas que te orienten o lo que te bloquea o perjudica tu rendimiento, no te estás quejando, sino que estás dando a tu jefe la información crítica que necesita para ayudarte. Si decides plantear un problema, trata de llevar algunas soluciones potenciales para discutirlas, de modo que tu jefe vea que estás interesado en resolver el problema, no en quejarte de él.

Articular los próximos pasos y los puntos de acción.
¿A veces sales de una reunión 1 a 1 pensando:
«Bueno, eso me ha entrado por un oído y me ha salido por el otro » o «Me pregunto si mi jefe hará realmente lo que le he pedido»?
Es fácil, en el transcurso de una conversación, perder de vista los puntos de acción, u olvidarse de las peticiones tan pronto como se termina la reunión.
Añade un «para cuándo» a cada tarea a la que se comprometan.

No canceles, y si tu jefe cancela, pide que se cambie la fecha.
Incluso si estás ocupado o no tienes mucho que compartir, resiste la tentación de»recuperar» ese tiempo cancelando la reunión individual.
Aunque puede estar bien faltar a una reunión ocasionalmente si tú o tu jefe estáis de viaje o de vacaciones, o si surge una emergencia, asegúrate de pedir que se reprograme.