Las 5 Elecciones para una Productividad Extraordinaria®.
Aumentar de forma medible la productividad de individuos, equipos y organizaciones.
No se trata de hacerlo todo, sino de hacer las cosas correctas sin agotarse. Las 5 Elecciones para una Productividad Extraordinaria®. combina principios intemporales con investigaciones neurocientíficas actuales para ayudar a gestionar mejor las decisiones, la atención y la energía.
Los participantes aprenden a tomar decisiones más selectivas y de mayor impacto sobre dónde invertir su valioso tiempo, atención y energía.
La gestión del tiempo por sí sola no es suficiente. La gestión de las decisiones, la gestión de la atención y la gestión de la energía son necesarias para lograr una productividad extraordinaria.
Actuar sobre lo importante, no reaccionar ante lo urgente®.
Discierne lo importante de lo urgente y aumenta tu capacidad de concentración en medio de las feroces distracciones.
Ir a lo extraordinario, no conformarse con lo ordinario.
Guía tu toma de decisiones a través de un marco de referencia de lo que es el éxito en sus funciones más importantes.
Programa las grandes rocas, no te conformes con la grava®.
Utiliza consejos y herramientas para programar tus prioridades en lugar de priorizar tu agenda. Ejecuta con excelencia las cosas más importantes.
Controla la tecnología, no dejes que te controle a ti®.
Haz que la tecnología trabaje para ti, no en tu contra, y conviértela en un motor de productividad.
Aumenta tu energía, sin agotarte®.
Aumenta tu energía para pensar con claridad, tomar buenas decisiones y sentirte más realizado al final de cada día.
Gestiona tus decisiones, tu atención y tu energía
La sobrecarga de información está saboteando nuestra productividad.
Antes sólo tomábamos unas pocas decisiones de gran valor cada día, pero con la información ilimitada y la comunicación instantánea, ahora nos vemos obligados a tomar decisiones todo el día. No nos detenemos a considerar el valor de las decisiones, simplemente reaccionamos. Las decisiones más importantes se nos escapan.
La atención está bajo ataque
El oficinista medio sólo dispone de tres minutos de trabajo antes de distraerse. Nuestros cerebros están preparados para la distracción, y la capacidad de pensar se ve anulada por la necesidad de reaccionar. Hemos pasado de la era del trabajo físico al trabajo mental. Ahora, justo cuando más necesitamos nuestra mente, nuestra capacidad de pensar está siendo atacada.
Crisis de baja energía
La presión para tomar buenas decisiones mientras nuestra atención está siendo atacada es agotadora. Llegamos al trabajo quemados y desconectados. No somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos, aunque queramos hacerlo.
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