Esperar lo Inesperado o ¿Prepararse para el cambio?
28 de abril, 2021 Noticias Productividad
Hay una frase del filósofo griego llamado Heráclito que dice que “Si no esperas lo inesperado, no lo reconocerás cuando llegue”.
Hugo Jofré, Managing Parter, FranklinCovey Chile.
Al comienzo puede sonar un tanto confuso, pero preparar la mente para el cambio puede hacer la gran diferencia, al enfrentar situaciones adversas o imprevistas.
Nos hace sentir bien planificar y crear expectativas a futuro, armar un plan acorde y seguirlo, pero no necesariamente se verá materializado en la realidad.
¡Pero esto no es como lo planifiqué! …La realidad, es que estadísticamente muy poco de lo que nos sucede en realidad es lo esperado, más aún en los tiempos actuales, en los que se han multiplicado los factores que agregan elementos impredecibles a nuestra vida diaria.
A medida que se desenvuelve la nueva normalidad, situaciones ajenas a nuestro control serán cada vez más habituales. Por ejemplo habrá cambios en el hogar, ya que las clases de los niños continuarán -al menos en una proporción- en la casa y puede que uno de los padres vuelva a trabajar presencialmente por lo que el cuidado de los hijos recaerá sobre el que se quede teletrabajando. También habrá cambios organizativos dentro de las empresas, las que muchas veces dependerán de la constante evolución de su entorno y de las medidas que decida la autoridad responsable de turno. La tecnología hará que la velocidad de todo esto se acelere, y afectará nuestra vida, algunas veces, casi imperceptiblemente.
De aquí en adelante podremos aún menos prever cómo resultarán nuestros planes, pero depende de nosotros prepararnos mental y emocionalmente para cualquier escenario futuro. Planificar es parte de nuestra naturaleza y es inevitable, pero lo podremos lograr anticipándonos a los cambios que puedan sucederle a aquello que planeamos.
Debemos entender que, en general, la incertidumbre se nutre de nuestras preocupacionesy pensamientos sobre hechos que no han ocurrido. Por eso uno de los consejos más reiterados de los psicólogos es no sobreexponerse a la información y acceder sólo a la justa y correcta.
Centrarse en el ahora y no tratar de resolver aquello que tememos que ocurrirá en el futuro, desde el presente, que es nuestro único ámbito de acción y centrarnos en lo que realmente está a nuestro alcance en cada situación. Como dice S.Covey en los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, enfocarse y actuar sobre lo que pueden controlar e influenciar, en vez de en lo que no pueden.
Planificar objetivos y acciones concretas, sobre todo dirigidas al autocuidado puede mejorar nuestro sentimiento de autoeficacia y autoconfianza ante la incertidumbre. Sobre todo, fijar las metas más importantes, en vez de reaccionar constantemente a las urgencias.
No confundir planificación con control, ya quela planificación debe ser una herramienta flexible, ágil, que nos permita adaptarnos según vaya evolucionando la situación, porque si la tomamos como una forma de control puede acrecentar más nuestra angustia. Asimismo, la tecnología debe estar a nuestro servicio y no transformarse en nuestro tirano.
Y por último, comprender que hay acontecimientos a los que tenemos que acomodarnos porque no estaban planificados. Por eso dejarse llevar, ante los acontecimientos traerá tranquilidad y si aquello no ocurre, es mejor pensar que se está frente a algo acotado y que no durará para siempre.