Un tip clave para ser más proactivo en el trabajo
20 de julio, 2018 Liderazgo
Imagina que estuviste la semana entera preparando una propuesta con tu equipo. El día que la presentan al gerente, un compañero se atribuye la idea como propia sin mencionar el esfuerzo de todos. ¿Qué harías?
¿Qué harías si justo el día que tenías que entregar un reporte, se cae el sistema y no logras hacer la entrega a tiempo?
No siempre podemos elegir nuestras circunstancias, pero sí podemos elegir cómo actuamos ante ellas.
Podemos intentar convencernos de que el problema es el sistema que siempre se cae – o bien, el problema puede ser que no hayamos preparado el reporte con suficiente tiempo para entregarlo sin apuros. Podemos dejar de hablar con nuestro compañero por no haber considerado el esfuerzo del resto del equipo, o podemos acercarnos después de la reunión y preguntarle por qué no lo hizo.
El ser proactivo implica hacer una pausa entre el estímulo – lo que me pasa – y cómo actúo. Se trata de elegir una acción en vez de reaccionar en base a una emoción o creencia, como si lo que nos pasa dependiera de otros.
Una manera de ser más proactivo es comenzar por cómo hablamos. El lenguaje reactivo culpa a los demás y no ofrece soluciones («No me dejarán hacerlo», «no hay nada más que podamos hacer», «aquí las cosas son así»). Mientras tanto, el lenguaje proactivo nos hace responsables y se centra en buscar alternativas («Tendré esto preparado», «valoremos todas las opciones», «puede que haya una manera más eficaz de hacer las cosas»).
Recuerda que siempre puedes elegir cómo actuar – comienza por el lenguaje que usas para enmarcar las situaciones que enfrentas.