¿Cansad@? Cómo recuperar la energía

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«La energía constante proviene de un patrón de renovación constante». -Leigh Stevens, experta en productividad.

La mayoría de los directivos quieren rendir al máximo nivel y se preocupan mucho por su trabajo. Por eso es fácil caer en la trampa común de dar prioridad al trabajo y a otras obligaciones de la vida, mientras se deja el autocuidado -las cosas que se hacen por la salud, el bienestar y la energía- en último lugar en la lista de prioridades. Pero ese tipo de estilo de vida es insostenible, sobre todo cuando se tiene un trabajo exigente y que requiere de mucha energía como es la dirección de personas.

¿Cómo gestionas tus principales fuentes de energía?

Muchos directivos tienen dificultades para dormir bien y dormir lo suficiente.

Tu mente va a toda velocidad, pensando en lo que ha ido mal hoy o en lo que podría ir mal mañana. Te cuesta conciliar el sueño, te despiertas a las 4 de la mañana o sientes que ya has vivido todo el día en tu cabeza cuando suena el despertador.

Pero, según la experta en sueño y lugar de trabajo Els van der Helm, puedes hacer ajustes en tu rutina nocturna que mejorarán tu energía, tu concentración, tu juicio y cómo manejas tus emociones en el trabajo.

Para ello determina si está durmiendo lo suficiente. ¿Te quedas dormido durante las reuniones de la tarde? ¿Tiende a recuperar el sueño durante los fines de semana? Prueba acostarte 30 minutos antes de lo habitual.

Crea un espacio físico y mental entre tus actividades de vigilia y la cama. Mantén el teléfono fuera del dormitorio o, si crees que debes tenerlo, déjalo en modo avión.

Cuando te cueste volver a dormir, deja de intentarlo y dedica tu atención a otra cosa durante un rato. Intenta distraer tu cerebro con música suave, 15 minutos de lectura o una breve meditación.

Muchos directivos luchan contra la carga emocional que conlleva el trabajo.

Los directivos pueden experimentar estados de ánimo y emociones desbordantes bajo presión. Si no se controla, puede hacer que te sientas miserable y repercutir en tu equipo y en tu vida familiar.

Aunque no se puede cambiar fácilmente el grado de estrés del trabajo, sí se puede cambiarla forma de reaccionar ante el estrés.

Practica la aceptación de tus emociones y considéralas como algo separado de tu sentido del yo. Observa y desafía su pensamiento en el peor de los casos. Es fácil quedar atrapado en una espiral de pensamientos negativos que, si te paras a analizarlos, desafían la lógica. Adopa rituales que te ayuden a entrar y salir del modo de trabajo. Diseña una rutina al final del día, como elaborar la lista de tareas del día siguiente o escuchar un podcast durante el trayecto, para liberar tu cerebro de la jornada laboral.

Muchos directivos luchan por tener fuertes conexiones personales fuera del trabajo y con sus colegas.

Ser gerente puede resultar aislante. Debido a la dinámica de poder, no puedes ser realmente amigo de tus subordinados directos o de tu jefe. Además, con las largas jornadas de trabajo y la tendencia a llevar el trabajo a casa, las relaciones fuera del trabajo pueden resentirse o descuidarse. Pero con un poco de atención, puedes crear y mantener conexiones sólidas que alimenten tu compromiso en el trabajo y enriquezcan tu vida fuera de él.

Construye una sólida red de compañeros. Debido a su nivel similar en la organización, los compañeros directivos están en una posición única para convertirse en confidentes que pueden ayudarte a afrontar los cambios de la empresa, a gestionar el estrés del trabajo y la vida privada (quizá tengan consejos para afrontarlo) y a pensar en tu progresión profesional

Muchos directivos luchan por encontrar el tiempo y la motivación para hacer ejercicio.

Mantener tu cuerpo fuerte y activo te da más resistencia y resiliencia para manejar el estrés de tu trabajo.

Para asegurarte de que te mueves lo suficiente, haz un inventario personal de tus rutinas de ejercicio y diseña un plan de mejora. Empieza por hacer un pequeño cambio en tu rutina hasta que se convierta en un hábito, y observa cómo te hace sentir.

Muchos directivos se esfuerzan por comer alimentos nutritivos durante el día.

Si eres capaz de encontrar formas de comer más sano, aunque sea un poco, estarás alimentando tu mente para tomar mejores decisiones y manejar mejor las cosas que te irritan, tanto en el trabajo como en casa.

Abastece tu zona de trabajo con tentempiés saludables, elige lugares para comer que ofrezcan opciones diferentes. Establece rutinas de alimentación después del trabajo.