Como líder, siempre estás comunicando algo. «Independientemente de lo que hagas -tanto si celebras reuniones como si no, si hablas con la gente en los pasillos o no-, estás enviando un mensaje», afirma Curt Garbett, experto en cambio de FranklinCovey. En tiempos de cambio, la comunicación es aún más importante. Pero, ¿qué se dice? ¿Cómo se dice? ¿Y cuándo?

1. Explica las razones del cambio de forma que ayude a tu equipo a ver un futuro hacia el que trabajar.

Debes estar seguro de que tienes las cosas claras antes de poder ofrecérselas a tu equipo. Si no entiendes del todo las razones del cambio, pida detalles a tu jefe o a otros altos cargos de la organización. Piensa en las responsabilidades de tu equipo y procura dar una visión de cómo podría ser el futuro y pedir sus opiniones al respecto.

2. Equilibra optimismo y realismo en todas las comunicaciones.

Nuestras investigaciones sugieren que los directivos tienden a ser más optimistas sobre los cambios que los colaboradores individuales que los aplican. Si restas importancia a los retos de tu equipo o interpretas las malas noticias como «en realidad una gran oportunidad», parecerá fuera de lugar. Busca un equilibrio, reconoce las dificultades y proyecta confianza en la capacidad de tu equipo para superarlas.

3. Comparte con tu equipo un plan sobre cómo los mantendrás informados del cambio y cúmplelo.

En tiempos de incertidumbre, la gente ansía información. Las actualizaciones frecuentes y regulares son una fuerza estabilizadora. No te limites a compartir la información según vaya surgiendo.

4. Pregunta periódicamente a sus colaboradores acerca de sus dificultades y frustraciones con el cambio.

Incluso los cambios mejor planificados no se producirán exactamente como se esperaba. Conseguir que tu equipo hable de los obstáculos prácticos y emocionales puede ayudarles a pensar con claridad sobre qué intentar a continuación para que el cambio tenga éxito.

5. Reconoce el esfuerzo y cualquier avance hacia el éxito del cambio, por pequeño que sea.

Anímalos a empujar, a persistir y a aprovechar cualquier éxito. Ofrece comentarios de refuerzo cuando veas a alguien probar la nueva forma, destaca los intentos de resolver los problemas, aunque no funcionen.

6. Comparte periódicamente con tu jefe los éxitos y retos del quipo en relación con el cambio.

Es esencial que los superiores escuchen los comentarios para saber cómo funcionan realmente las cosas. Cuenta los éxitos de tu equipo, los problemas con los que se han encontrado y qué se ha hecho para resolverlos.