Tanto si te comunicas por teléfono, por videoconferencia, correo electrónico o chat, prueba estas técnicas para transformarte en un persona segura, atenta y que los demás deseen seguir.
1. Inyecta expresión a tu voz cambiando su tono, volumen y velocidad.
La voz es una herramienta especialmente vital, en la medida en que varíe el tono y el volumen de su voz, así como el ritmo y la velocidad de sus frases, se puede tener un efecto sorprendentemente profundo en que la gente preste atención.
Para practicar la expresión oral, observa a tu locutor favorito o a un actor profesional. Deje que el tono de su voz suba y baje para transmitir la emoción. Haga una pausa en los momentos clave para crear expectación. Acelere cuando el ritmo de la acción aumente y reduzca la velocidad para precisar una idea importante.
Practicar de este modo puede hacerte consciente de la frecuencia con la que utilizas palabras de relleno, como «um», que pueden distraer de tu objetivo.
2. Utiliza más gestos.
En una videoconferencia, tu mitad superior tiene que hacer todo el trabajo para enviar poderosas señales de lenguaje corporal a tu audiencia.
Según la experta en lenguaje corporal Carol Kinsey Goman, es menos probable que la gente confíe en ti cuando escondes las manos. Por otro lado, las investigaciones demuestran que los líderes que «hablan con las manos» son percibidos más favorablemente.
Cuando hables, deja que tus manos acompañen de forma natural lo que dices para subrayar tus ideas y emociones. Asentir con la cabeza o sonreír cuando los compañeros dicen algo con lo que estás de acuerdo o que te parece interesante es una señal de que estás en sintonía con ellos.
3. Haz un rápido reseteo mental antes de cada reunión. A continuación, aparta las
distracciones.
Si quieres que te vean como un líder, tienes que estar comprometido con cada interacción. ¿Cómo suele ser tu estado de ánimo justo antes de entrar en las reuniones?
Según la coach de liderazgo de FranklinCovey, Maria»Sully» Sullivan, sólo se necesita unos segundos para «restablecer tu calculadora mental». Aconseja que «respires profundamente, lo dejes salir y te digas a ti mismo: Para esta reunión, voy a estar totalmente presente» .«También puede ayudar enderezar conscientemente la postura o levantar la pantalla para poder estar de pie. Si tus ojos se desvían constantemente, estás indicando que otras cosas son más importantes que las personas en la reunión.
4. Durante las reuniones por vídeo, mira a la cámara cuando hables.
En la mayoría de los entornos empresariales occidentales, el contacto visual directo es una poderosa herramienta que los líderes utilizan para comunicarse y conectar con los demás, ya que puede señalar atributos frecuentemente asociados al liderazgo, como la confianza en uno mismo y en lo que se dice, la pasión por el trabajo y la fiabilidad.
Sé especialmente consciente de tu cámara cuando hagas un comentario importante. Puede ser útil poner una nota adhesiva en la pantalla con una flecha que apunte a la cámara del computador hasta que la mirada se sienta más natural.
5. Al escribir, comienza con la idea principal y luego entrega brevemente el contexto
necesario.
Dado que los empleados remotos no pueden acercarse a un compañero de trabajo y hacerle una pregunta, dependen más de la escritura. Un estilo de escritura nítido demuestra que estás al tanto de las cosas, que eres decisivo y que respetas el tiempo de los demás.
Un error común es comenzar con la historia de fondo, proporcionar un montón de contexto, y luego poco a poco ir avanzando hacia su punto principal. En lugar de eso, intente hacer lo contrario.
6. Escribe frases cortas.
Limita tus frases, entre ocho y 16 palabras es el ideal. Si escribes habitualmente frases largas, intenta aclarar tus ideas antes de escribir. Mantén los temas de las frases y los verbos muy juntos: sólo cinco o menos palabras entre ellos pueden mantener los mensajes digeribles y centrados en la información más importante. Y limítate a una idea principal por párrafo.
7. Corrige los mensajes en busca de errores antes de enviarlos.
Un «su» ocasional cuando quieres decir «allí» no va a hacer que te conviertas en un líder, pero un hábito de correos electrónicos, publicaciones o informes descuidados puede mermar tu reputación. Por ello, merece la pena dedicar un poco más de tiempo a revisar los mensajes importantes para comprobar su claridad y sus errores. Si un documento es especialmente importante, pide a un compañero de equipo que lo lea.